Consultas frecuentes

Cirugía plástica:

 

¿Qué es y qué hace?

De la palabra griega “plásticos” nos llega su significado de ‘moldear’ o ‘transformar.  Es una rama de la cirugía, quirúrgica o no,  y su terreno de aplicación es el exterior del cuerpo, la ‘envoltura corporal’, su forma y estado.

Reconstruye deformidades y dificultades funcionales.  Se puede separar en ‘reconstructiva’ y ‘estética o cosmética’.  Ésta última no sólo se ocupa de la corrección de aquello que por diversos factores culturales es considerado como ‘no hermoso’ sino que también interviene por razones estrictamente médicas, sobre problemas congénitos o no, que afectando la morfología impiden el desarrollo normal de cierta función.  Se divide en dos campos de acción: la cirugía reconstructiva y la estética.

 

¿Cómo funciona?

En general las técnicas utilizadas implican la movilización de tejidos, transplantes, injertos, etc., dependiendo del grado de intervención.

Cirugía reconstructiva o reparadora:

Se ocupa de corregir o restaurar aquellas modificaciones y daños provocados por quemaduras y accidentes de todo tipo, sobre la piel en general, más comúnmente aplicada sobre las extremidades del cuerpo.

Cirugía estética o cosmética:

Una persona que se encuentra completamente sana puede sin embargo no estar conforme de alguna manera con su aspecto exterior.  Se trata de corregir tanto las alteraciones físicas en cuanto a las normas estéticas de la sociedad, que pueden tener más o menos grado de subjetividad, así como los efectos naturales que el paso del tiempo tienen sobre nuestros cuerpos.

 

¿Por qué?

Las razones de fondo pueden ser un tema amplio de discusión.  Existen factores externos y socio-culturales, así como la gama de percepciones subjetivas propias de cada uno.  Las ideas que se tengan sobre la armonía física visual, su equilibro, la juventud, la vejez, y hasta la moda, sabemos que inciden fuertemente sobre nuestras conductas y la manera en que nos relacionamos recíprocamente en sociedad.  El estado y la imagen que tenemos de nuestros cuerpos a fin de cuentas repercuten en nuestro mundo emocional, lo que convierte a la motivación para someterse a una operación en algo muy individual.

 

¿Qué tener en cuenta?

Ya que hablamos de que existe una causa y un impacto en nuestro ánimo y percepción individual, es muy importante que el paciente conozca de manera realista qué se puede lograr y qué no.

Ante todo, las operaciones dependen de los conocimientos, experiencia y destrezas del profesional, por eso es fundamental estar bien informado sobre las distintas ofertas a que se tenga acceso.

Como en cualquier otra intervención quirúrgica existen los riesgos de hemorragias o infecciones, así como los eventuales problemas de carácter anestésico como ser las alergias o inconvenientes cardiovasculares.

Es fundamental que el profesional que haga la intervención cuente con una buena historia clínica del paciente y análisis previos.